Zoltan Antal, MD

Puedo participar en el cuidado de un niño durante el tratamiento activo del cáncer; por ejemplo, si un medicamento que está tomando afecta a la función tiroidea o eleva el azúcar en sangre, o si su tumor le provoca una pubertad precoz. También es posible que participe en las primeras fases del tratamiento de niños con enfermedades como el cáncer de tiroides o la anemia de Fanconi, o formar parte del equipo de consulta de niños que van a someterse a una intervención quirúrgica o a un trasplante de médula ósea. Como miembro del Programa de Seguimiento Pediátrico a Largo Plazo de MSK Kids, atiendo pacientes luego de que hayan pasado uno o dos años de completar el tratamiento.

También realizo investigaciones. En este momento evalúo la asociación entre el tratamiento contra el cáncer y los bajos niveles de testosterona (“disfunción testicular”) en niños varones sobrevivientes de cáncer. Mis colegas y yo también estudiamos la asociación entre la dosis de terapia con yodo radioactivo (yodo 131) y los resultados a largo plazo en niños que recibieron tratamiento por cáncer de tiroides papilar.

Además de mi rol en el equipo de MSK Kids, soy el jefe de la División de Endocrinología Pediátrica en Weill Cornell Medicine. También soy presidente del Testicular Late Effects Group del Children’s Oncology Endocrine Late Effects Group.

Cuando conozco a mis pacientes y a sus familias por primera, me presento y les explico la función que cumple nuestro equipo. Pasamos alrededor de una hora revisando el tratamiento del niño, su historia clínica, diagnóstico y cualquier otro tipo de información específica sobre el tratamiento. A veces, necesitamos tocar temas sensibles como la pubertad, la fertilidad y la altura. Aunque animo a todos los padres a que involucren a sus hijos en estas charlas de una manera apropiada para su edad, también entiendo y apoyo las peticiones de los padres de tener una conversación separada sin el niño en la sala.

Elegí el campo de la endocrinología porque requiere un sinfín de condiciones que son muy relevantes para el bienestar del niño, tanto en la niñez como en la adultez. Las deficiencias hormonales pueden ser tratadas de manera segura y eficaz con resultados gratificantes. Me gusta trabajar con sobrevivientes a través del Programa de Seguimiento Pediátrico a Largo Plazo para ayudarlos a enfocarse en tener una vida exitosa y próspera al sortear los resultados impuestos por los efectos tardíos del tratamiento. También me resulta gratificante colaborar con múltiples subespecialistas y ayudar a nuestros pacientes en la transición de la finalización de la terapia al resto de sus vidas.

Cerca de la mitad de los niños sobrevivientes al cáncer pueden experimentar al menos, un efecto tardío hormonal relacionado con el tratamiento. Por eso es importante que estos niños reciban una evaluación y atención adecuada para estas afecciones en tiempo y forma, para maximizar la calidad de su salud y bienestar. Los niños con afecciones endocrinas raras se benefician de un endocrinólogo con experiencia en el tratamiento de esos trastornos y capaz de comunicarse y trabajar eficazmente con otros subespecialistas para ofrecer la mejor atención. En MSK Kids y Weill Cornell Medicine logramos alcanzar este objetivo, ya que contamos con un equipo de esfuerzos colaborativos.