Los especialistas recomiendan encarecidamente vacunarse contra el VPH, que provoca una proporción excesiva de cáncer entre los hispanos.
La vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH) ha resultado ser un arma muy potente para evitar varios tipos de cáncer.
Pero los especialistas opinan que son muy pocas las personas que se vacunan. Eso hace que mucha gente quede expuesta a tipos de cáncer que se podrían evitar. Esto ocurre en particular en las comunidades hispanas de todo Estados Unidos, que padecen una proporción excesiva del cáncer que provoca el VPH.
Hablamos con Abraham Aragones, de Memorial Sloan Kettering, un médico e investigador en materia de salud pública que estudia los problemas relacionados con la vacunación contra el VPH y el cáncer provocado por este, en particular entre los hispanos.
¿Es común el VPH?
El VPH es la enfermedad de transmisión sexual más común en los Estados Unidos. Las investigaciones demuestran que la amplia mayoría de las personas de entre 18 y 55 años de edad —hombres y mujeres de todas las razas— estarán infectados en algún momento de su vida. Lo bueno es que la mayoría de las personas tienen un sistema inmunitario fuerte que elimina el virus, a menudo en unos cuantos años. Pero en alrededor del 10 % de las personas el virus permanece en el organismo, lo que puede provocar cáncer años o décadas después de la infección.
¿Cuántos casos de cáncer están vinculados al VPH?
Cada año, a más de 40,000 personas en los Estados Unidos se les diagnostica un cáncer provocado por el VPH. El más común es el cáncer cervical, pero hay otros tipos que están vinculados al VPH, entre ellos, el cáncer vaginal, el cáncer anal, el cáncer de pene y algunos tipos de cáncer que se ubican en la parte posterior de la garganta. Cada vez se diagnostican más de estos tipos de cáncer, si bien siguen siendo relativamente poco frecuentes.
Incluso cuando el VPH no causa cáncer, la infección puede provocar condiloma acuminado (verrugas genitales). Muchas personas deben padecer los nervios y los gastos que suponen los procedimientos de prueba, si se detectan VPH o células precancerosas durante los controles.
¿De qué modo afecta el VPH a la comunidad hispana en particular?
En los Estados Unidos, la gran mayoría de los casos de cáncer cervical se diagnostica en mujeres hispanas. Las investigaciones sugieren que la cifra asciende al 75 % de los casos. En los Estados Unidos, se hacen pruebas de Papanicolaou y pruebas para detectar el VPH a fin de examinar el cuello uterino en busca de células precancerosas. Estos tipos de controles representan un gran avance en cuanto a la detección y la prevención del cáncer cervical, que solía ser una de las causas de muerte más habituales entre las mujeres. No obstante, en muchos lugares alrededor del mundo, incluida América Latina, estas pruebas son mucho menos comunes y el cáncer cervical sigue siendo un problema importante. Cuando las personas emigran desde esas zonas, esos problemas médicos pueden continuar.
También hay cada vez más indicios de que las mujeres hispanas pueden contraer cáncer cervical vinculado con el VPH a edad más temprana que la población en general. Es posible que esto se deba a que tienen otros factores de riesgo, como la obesidad o el tabaquismo. Juntos, estos factores aumentan las probabilidades de que una mujer que tiene VPH contraiga cáncer cervical.
¿Cuáles son las tasas de vacunación contra el VPH en las comunidades hispanas y en la población en general?
Hay grandes diferencias en cuanto a la vacunación en todo el territorio de los Estados Unidos. Una diferencia importante la determina el hecho de vivir en una zona metropolitana. En ciudades como Nueva York y Los Ángeles, las tasas de vacunación entre las personas jóvenes suelen ser superiores al 60 %. Es alentador el hecho de que, entre los jóvenes hispanos de estas ciudades, las tasas de vacunación suelen ser incluso superiores y ascender a más del 65 %.
No obstante, fuera de las zonas metropolitanas, las tasas de vacunación descienden abruptamente tanto entre la comunidad hispana como entre la población en general. En los Estados Unidos, un poco menos del 50 % de todas las personas que deberían vacunarse contra el VPH reciben todas las vacunas necesarias. Se necesitan dos o tres vacunas, según la edad. Esa tasa está muy por debajo del 80 % que los especialistas en salud pública creen que deberíamos lograr hacia el año 2020.
¿Por qué las tasas de vacunación contra el VPH son en general muy inferiores a lo que los especialistas consideran adecuado?
Hay muchos motivos. Algunos padres sencillamente no saben que el VPH, en particular los tipos de alto riesgo que se llaman VPH 16 y VPH 18, pueden provocar diversos tipos de cáncer. Esto ocurre en padres de todos los orígenes étnicos. En mi investigación sobre los padres hispanos, algunos que no estaban al tanto de la conexión entre el VPH y el cáncer, después de enterarse dijeron que definitivamente vacunarían a sus hijos.
Sabemos que algunos padres no están de acuerdo con las vacunas. Pero, en términos generales, esa opinión es menos común entre los hispanos. Las investigaciones indican que los padres hispanos apoyan la vacunación y llevan a sus hijos a vacunarse.
Esto pone de relieve otro problema al que a menudo se le llama “la oportunidad perdida”. A muchos niños se les da la vacuna Tdap (contra el tétanos, la difteria y la tosferina) y la antimeningocócica a los 11 o 12 años de edad. Estas vacunas los protegen contra diversas enfermedades. Pero muchos de estos niños no reciben la vacuna contra el VPH, aunque se recomienda darla a la misma edad.
Muchos especialistas en salud pública creen que los médicos y los enfermeros deberían ser tan claros con los padres acerca de la necesidad de dar la vacuna del VPH como lo son acerca de la vacuna Tdap y la antimeningocócica. La vacuna contra el VPH es segura y está cubierta por los programas gubernamentales o de seguros en todas partes del país. Puede reducir drásticamente el riesgo de padecer algunos tipos de cáncer muy graves, así como el resto de los problemas provocados por el VPH. No se debería perder esta oportunidad de comenzar con el protocolo de 2 vacunas que corresponde a la vacunación contra el VPH.
¿De qué modo contribuye MSK a sensibilizar a la comunidad hispana acerca del VPH?
Llevamos a cabo programas de divulgación con el objeto de llegar a los trabajadores de la salud y a los padres, a fin de informarlos acerca de la prevalencia del VPH en la comunidad y del vínculo entre el VPH y el cáncer, además de promover la vacunación. Esta labor suele llevarse a cabo en español, con hablantes nativos como yo. Hallamos que las personas son muy receptivas.
