Claudia Hoffman, DDS

Para muchas personas, ir al odontólogo puede ser una experiencia incómoda por muchos motivos. Algunos procedimientos odontológicos, como los tratamientos de conducto, tienen fama de ser dolorosos y estresantes. Si bien esta intervención suele ser indolora por el uso de anestesia local para anestesiar el diente y las áreas que lo rodean, la idea de un tratamiento de conducto puede causar malestar. En general, las visitas al dentista se asocian con percepciones negativas; soy consciente de esto y tranquilizo a mis pacientes al hablar con sinceridad de sus miedos y preocupaciones. Una vez que los dos sabemos lo que le preocupa, puedo garantizarles una atención odontológica amable, pero eficaz que satisfaga sus necesidades individuales. Me tomo el tiempo para garantizar que mis pacientes entiendan sus opciones de tratamiento y sepan qué esperar para que se sientan tranquilos y estén bien informados antes del procedimiento. Mi objetivo es que los pacientes dejen el Memorial Sloan Kettering Cancer Center (MSK) sin dolor, bien cuidados y con la sensación de que la atención odontológica que recibieron fue mucho más sencilla de lo que sus temores iniciales les hicieron creer.

Para algunos pacientes, los efectos secundarios del cáncer y su tratamiento pueden afectar significativamente la salud dental y el aspecto físico. La terapia contra el cáncer puede presentar desafíos para la calidad de vida y el bienestar físico y mental. Durante este momento de vulnerabilidad, lo último que deseo es que mis pacientes deban preocuparse por su cuidado dental. En los últimos 20 años, la endodoncia (que estudia el tejido blando dentro de los dientes, la “pulpa dental”) se ha desarrollado de tal manera que, ahora, incluye herramientas y tecnologías contemporáneas, tales como microscopios y tomografía computarizada de haz cónico (CBCT). Los microscopios nos ayudan a visualizar con precisión la anatomía del diente y los conductos, mientras que la CBCT representa la anatomía y la patología con una claridad impensada en el pasado. Estos avances brindan a proveedores como yo información vital sobre la anatomía dental de un paciente y la manera precisa de tratar los problemas relacionados, lo que mejora directamente las tasas de éxito del tratamiento de endodoncia. Por ende, trabajo exclusivamente con un microscopio para brindar atención dirigida.

Opté por una carrera profesional en cirugía odontológica basada en el ejemplo de mi padre y mi hermana mayor. Mi padre es cirujano bucal jubilado y respeto mucho sus ideas, la ética laboral y su carácter; esto me inspiró a convertirme en odontóloga y cirujana bucal. Cuando estoy fuera del trabajo, me gusta hacer ejercicio, viajar, leer, mirar películas, hacer filantropía y pasar tiempo con mis dos hijos y el resto de mi familia.