Daniel E. Prince, MD, MPH

El enfoque de regeneración ósea se denomina “distracción osteogénica” o “transporte óseo” y es una opción para algunos pacientes con tumores óseos. Retiramos el segmento de un hueso que contiene el tumor y estabilizamos los dos extremos restantes del hueso. Un pequeño trozo del hueso restante se estira lentamente, “engañando” al cuerpo haciéndole creer que hay una fractura, lo que desencadena el proceso de curación. A los pacientes se les coloca una varilla de metal en el hueso que se puede alargar de forma controlada con un dispositivo que un padre, un cuidador o incluso el paciente ajusta muy lentamente para alargar el hueso cada día. El hueso restante luego produce hueso nuevo que “salta” y cubre el hueco con el tiempo. En última instancia, una vez que el hueso ha sanado por completo, se vuelve tan fuerte como el hueso original, por lo que todos los implantes metálicos se pueden retirar por completo y el paciente puede volver a realizar actividades sin restricciones, a diferencia de la mayoría de las reconstrucciones estándares con metal o hueso de cadáver.

El fenómeno de la regeneración ósea me parece fascinante y es una de las razones por las que elegí la ortopedia como campo. Es sorprendente cómo el cuerpo puede curarse a sí mismo. El cuerpo humano es muy intrincado y complejo, con muchas partes trabajando juntas. Personalmente, estoy familiarizado con la oncología ortopédica porque yo mismo tuve un tumor óseo en la parte superior del brazo cuando estaba en la universidad. Me extirparon el tumor y usé dispositivos externos en el brazo como apoyo mientras sanaba.

Recuerdo lo ansiosa que estaba mi madre durante ese tiempo y es algo que tengo presente cuando conozco a un nuevo paciente y su familia. Soy padre de dos hijos y trato a mis pacientes como si fueran mis propios hijos. Me imagino por lo que están pasando los padres, y mi equipo y yo intentamos darles respuestas lo más rápido posible. No podemos eliminar su incertidumbre, pero podemos brindarles un plan que les permita saber qué podemos hacer por sus hijos y brindarles tranquilidad sobre qué esperar en el futuro.

El proceso de tratamiento puede ser largo. La regeneración ósea en sí lleva algunos años, por lo que conozco de cerca a mis pacientes y sus familias a medida que avanza el tratamiento. Disfruto saber qué les gusta, quiénes son sus amigos en la escuela, qué juegos les gusta jugar, etc. Siempre que es posible, trato de incluir a los pacientes jóvenes en la toma de decisiones y les ayudo a comprender qué es lo que realmente pueden controlar, como hacer sus ejercicios de fisioterapia o utilizar el dispositivo que realiza el alargamiento óseo. Les proporciona información sobre una situación que muchas veces pueden sentir que está fuera de su control. Brindo apoyo a mis pacientes tanto como sea necesario para que puedan lograr los mejores resultados posibles.