Viernes 21 de enero de 2022. Un camión estaciona sobre Fourth Avenue, frente a St. Michael’s Roman Catholic Church en el vecindario Sunset Park, en Brooklyn. En días soleados, ese vehículo sirve de base de operaciones para un enfermero y algunos coordinadores de atención médica e investigación de Memorial Sloan Kettering Cancer Center. Pero con la temperatura exterior tan baja, el equipo de MSK se instaló en el vestíbulo de la iglesia y conversaron en español con quienes asistieron al servicio religioso de esa mañana.
Estos integrantes del equipo de MSK comparten información sobre los recursos de salud y pruebas de detección que se encuentran disponibles ese día como parte de los servicios de la nueva unidad de salud móvil, una iniciativa de extensión comunitaria y educación del Servicio de Disparidades de Cáncer y Salud de los Inmigrantes (IHCD) de MSK. Desde sus inicios en diciembre de 2021, la unidad de salud móvil ha visitado más de una docena de lugares en Brooklyn, el Bronx y Manhattan.
Hablamos el mismo idioma
Una característica fundamental de la unidad de salud móvil es que el personal puede comunicarse con los residentes tanto en inglés como en español. Esto es esencial para que la atención médica llegue adonde viven esas personas.
Marisol Lucero, coordinadora de extensión comunitaria, estuvo presente ese día. Ella sostiene que la barrera del idioma entre las comunidades que ayuda el IHCD y el sistema de atención médica es uno de los obstáculos más difíciles de superar.
“Comunicarnos con estas comunidades en español, su idioma preferido, nos permite formar una conexión más profunda con las personas y que estas a su vez se sientan más cómodas para compartir más información sobre su salud y sus necesidades”, expresa la señora Lucero.
También es muy importante para la educación. Los integrantes del equipo ofrecen material educativo y orientación, en inglés y en español, sobre nutrición y enfermedades cardiovasculares, entre otras. También pueden despejar las dudas de las personas sobre el seguro médico, incluso cómo acceder y registrarse para obtener cobertura, además de indicarles cómo llegar a centros donde puedan recibir la vacuna contra el COVID-19. El equipo de la unidad de salud móvil también puede realizar procedimientos de diagnóstico de problemas generales de salud. Por ejemplo, pueden controlar la presión arterial, la glucosa y los niveles de colesterol.
“Me encanta estar en contacto con la comunidad porque como equipo nos permite conocer a las personas en los lugares donde se encuentran, conectar con ellas en su idioma y hacerles llegar directamente la atención médica”, comenta la enfermera Jessica Llamozas, que ayuda en los servicios clínicos que ofrece la unidad de salud móvil.
El tiempo es clave
Los integrantes de la unidad de salud móvil se han acercado a las personas en un momento de mucha vulnerabilidad, ya que la pandemia de COVID-19 sigue afectando de manera desproporcionada a las comunidades de color de los EE. UU. “A través de este contacto nos enteramos que muchas personas pospusieron la atención médica estos últimos dos años, ya sea un chequeo anual, un diagnóstico de cáncer o cualquier otro procedimiento”, expresa la señora Llamozas.
Aquellos miembros de la comunidad que perdieron la oportunidad de hacerse un diagnóstico de cáncer esencial durante la pandemia, que tengan un seguro insuficiente o directamente no lo tengan, o que no puedan hacerse pruebas de detección de cáncer, podrán solicitar al equipo de MSK información sobre cómo acceder a esas pruebas, incluso en Ralph Lauren Center de MSK, convenientemente ubicado en Harlem. Hasta la fecha, alrededor de 210 personas han sido derivadas a Ralph Lauren Center para realizarse exámenes de detección del cáncer.
Llamozas también señaló que todas las personas que visitan la unidad de salud móvil reciben un documento que pueden llevar a casa. El documento incluye sus niveles de presión arterial, glucosa y colesterol. A veces esa es la motivación que alguien necesita para dar el siguiente paso para obtener seguimiento médico. Las personas que no sepan cómo obtener atención médica pueden pedir ayuda al equipo de MSK.
“Nos aseguramos de darles nuestro número telefónico para que puedan llamarnos si necesitan ayuda”, comenta la señora Llamozas.
La familiaridad favorece esta comodidad. La unidad de salud móvil planea visitar los mismos lugares con frecuencia los próximos meses, de modo que se vuelva algo habitual y acogedor para los residentes.
“Ya hemos observado cómo aquellas personas que ya se acercaron traen a familiares, amigos o vecinos para vernos la próxima vez que visitamos el vecindario”, agrega la señora Lucero.
Un toque personal
En enero, también estuvo presente Kenneth Giron, un coordinador de extensión comunitaria que se unió a MSK en 2021. La unidad de salud móvil es su primera oportunidad real de desempeñarse en salud pública. Para él, este trabajo es personal. “Vengo de una familia de inmigrantes y sé que ser nuevo en los Estados Unidos y no tener documentos puede ser una experiencia aterradora” afirmó. “Queremos cerrar la brecha de acceso a recursos, información y servicios para que las personas en esa situación puedan sentirse más seguras”.
Esa mañana, una residente anciana que utilizaba un bastón para caminar pidió que la lleven a casa. El señor Giron no dudó en pedir un taxi para ella. Cuando la señora preguntó si debía pagarlo, el señor Giron la saludó y le dijo “no se preocupe”.
En las primeras horas de la tarde, la unidad de salud móvil brindó educación de la salud y realizó pruebas de detección a seis residentes de Sunset Park.
Comprensión de las necesidades de una comunidad
Josana Tonda es la administradora de extensión comunitaria de IHCD y dirige los esfuerzos de la unidad de salud móvil. Llegó a MSK luego de trabajar 14 años como directora de Ventanilla de Salud (VDS), un programa nacional supervisado por la Comisión de Salud Fronteriza México-Estados Unidos que permite a los mexicanos que residen en los Estados Unidos acceder a servicios de atención médica en 49 Consulados de México. MSK trabaja con VDS y la unidad de salud móvil de MSK colabora con el programa de extensión a mayor escala de VDS.
La señora Tonda señala que el indicador más importante del éxito de un programa de extensión es la confianza que cada comunidad deposita en él.
“Las instituciones de atención médica deben hacer que cada comunidad se sienta como una prioridad y somos nosotros quienes nos debemos acercar a ellos y no al revés”, expresa la señora Tonda. “La ciudad de Nueva York es un lugar increíblemente diverso, por eso es tan importante dedicar el tiempo y la atención adecuados para comprender las necesidades particulares de cada comunidad.”
La señora Tonda calcula que unos tres cuartos de los miembros de la comunidad que su equipo asiste necesitan ayuda en relación con seguros médicos, documentación o programación de citas para recibir atención médica. Contó una experiencia de un día anterior en Sunset Park, en el cual el equipo habló con un hombre indocumentado que actualmente vivía en un refugio para personas sin hogar.
“Le preguntamos si estaba bien y nos dijo que sí, pero que necesitaba ayuda”, dice. “Una vez que conocimos más de su historia, comenzamos el proceso para ayudarlo a obtener una identificación en su consulado. Tener una identificación nos permitirá ayudarlo a inscribirse en un programa de seguros y encontrar un proveedor principal de cuidados de la salud”.
Un enfoque respaldado por la evidencia
La investigación ha demostrado que la extensión móvil puede hacer que suban las tasas de detección de cáncer en comunidades marginadas. En un estudio de la publicación NPJ Breast Cancer llevado a cabo en enero de 2022, el cirujano especialista en cáncer de mama de MSK Virgilio Sacchini informó acerca del efecto que tiene la labor de las furgonetas móviles que realizan mamografías en las tasas de detección de cáncer de mama de las comunidades marginadas. Entre 2014 y 2019, más de 32,000 mujeres de toda la ciudad de Nueva York pudieron realizarse una prueba de detección en las mamas sin costo en las unidades móviles proporcionadas por la American-Italian Cancer Foundation. Más de la mitad de los participantes se identificaron como afroamericanas o hispanas, y más del 60 % de las participantes tenían ingresos anuales menores a $25,000. Además, el 30 % no tenía seguro médico.
“Lamentablemente, hay cada vez más datos que ponen en evidencia las diferencias que existen en el diagnóstico y tratamiento entre las distintas poblaciones”, dice el Dr. Sacchini. “Los afroamericanos, los latinos y otras comunidades de color tienen menos oportunidades de acceder a servicios de detección de cáncer, lo cual puede llevar a diagnósticos tardíos y peores desenlaces clínicos”.
La unidad de salud móvil de MSK no realiza mamografías, pero es posible que el programa eventualmente ofrezca servicios de detección y prevención del cáncer, como por ejemplo pruebas inmunoquímicas fecales para diagnosticar el cáncer colorrectal, diagnóstico de cáncer de próstata empleando análisis de sangre del antígeno prostático específico (PSA), y la serie de vacunas contra el virus del papiloma humano (VPH). Si bien el programa se está probando en los cinco distritos de la ciudad de Nueva York, ya existen planes de ampliar su alcance a Long Island, Yonkers, Westchester y otros lugares más adelante en 2022.
Esta iniciativa está financiada parcialmente por la Mother Cabrini Health Foundation, la Comisión de Salud Fronteriza México-Estados Unidos y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.