Debido a que los fármacos de quimioterapia a menudo no pueden distinguir entre las células cancerosas que se dividen rápidamente y las células sanas que se dividen rápidamente, pueden causar efectos secundarios al mismo tiempo que combaten el cáncer. Por ejemplo, algunas personas pueden tener uno o más de los siguientes síntomas:
- anemia
- cambios en el apetito
- diarrea
- fiebre
- caída del cabello
- infección
- infertilidad
- recuentos sanguíneos bajos
- úlceras bucales o cambios en el gusto
- náuseas y vómito
- incontinencia urinaria y otros cambios al orinar
Otros efectos secundarios
- estreñimiento
- fatiga
- retención de líquidos o inflamación
- problemas de memoria o pensamiento
- cambios en los nervios o neuropatía (hormigueo en los dedos de las manos y los pies)
- problemas en la salud sexual
- músculo cardíaco debilitado
Para muchas personas, los efectos secundarios de la quimioterapia disminuyen o desaparecen por completo después de dejar de recibir quimioterapia. Debido a que todas las personas somos diferentes, es difícil saber cómo será tu experiencia particular. Tu reacción a la quimioterapia variará según el fármaco, la dosis, la combinación y la frecuencia con la que se administre. Por estas y otras razones, es importante que nos cuentes cómo te sientes sobre la marcha.
Mantener tu calidad de vida es una de nuestras prioridades. Tu equipo de atención oncológica revisará los efectos secundarios que puedes tener con tu régimen de tratamiento específico con anticipación y te brindará estrategias para minimizar o controlar estos síntomas. Durante el tratamiento, observaremos atentamente tu reacción a los fármacos y ajustaremos el fármaco o la dosis según sea necesario. También continuaremos controlándote para detectar posibles efectos a largo plazo después de que finalice tu tratamiento.
